Está claro que las acciones de Marketing online son necesarias para avanzar con nuestro negocio. Sin embargo, por mucho que nuestras estrategias, como la publicidad en buscadores o el Social Media Marketing, sean buenas, una vez que nuestros clientes lleguen a una web abandonada que no les ofrece lo que le prometíamos las tasas de éxito caerán en picado.
Nuestra página web es la piedra angular de una buena estrategia online. Aunque la web reciba muchas visitas para una palabra clave si la web no está preparada para permitir que esas visitas permanezcan en el sitio y se conviertan en clientes todo este tráfico no servirá para nada.
Por eso, para comenzar a desarrollar una estrategia de Marketing online es indispensable relacionarlas siempre con nuestra web, al fin y al cabo es hacia donde queremos dirigir a la mayoría de los usuarios que queremos convertir en clientes finales.
Por ejemplo, tenemos una tienda de artículos para mascotas. Su campaña de SEM es extraordinaria, buen copywriting que ha permitido una buena proporción de clicks hacia la web. Luego tenemos una magnífica estrategia de Social Media a través de una cuenta de Facebook atractiva y un buen Community Manager que sabe llevar bien la comunidad de esta red social. Sin embargo, la tienda online no consigue sumar sus ventas, al contrario, parece que empiezan a bajar.
¿Qué ha pasado?
Gracias a estas estrategias de SEM y SMO la web ha recibido multitud de visitas por lo que ha empezado a conocerse por más gente. Gente que ha visto que la web es un caos, no está optmizada y el proceso de compra es muy pesado. Comentarios negativos sobre este aspecto rondan por las redes sociales y los que ya eran clientes ya no se fían y deciden no comprar. Por supuesto, los nuevos usuarios no se han convertido en clientes finales porque no han sabido encontrar el botón de compra, las características del producto o hasta la política de recepción y envío.
Antes de dar a conocer un negocio es indispensable cuidar su principal recipiente que, en este caso, es la web. La usabilidad web, el diseño y, sobre todo, la funcionalidad debe ser óptima para que el usuario se “enamore” de nuestra web y acabe siendo un cliente final. Entonces, gracias a las estrategias de Marketing online anteriores se multiplicarán estos clientes finales consiguiendo nuestros objetivos y, por supuesto, rentabilizando nuestra inversión en Marketing y esfuerzo por garantizar una web adaptada a las necesidades de nuestro target y a nosotros mismos.